La Unión Europea financia con más de 2,4 millones de euros los proyectos de innovación de 52 pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas a través del programa Horizonte 2020. En la cuarta y última convocatoria del año 2016 de este programa, la startup DroneHopper, de drones para extinción de fuegos forestales, obtuvo 50.000 euros a fondo perdido para financiar estudios de viabilidad e impulsar su plan de comercialización e internacionalización. Otras pequeñas empresas como LowPost, Azahar Management y Miracoil obtuvieron una alta puntuación en su evaluación y recibieron el Sello de Excelencia de la Comisión Europea. Este sello les permitirá optar a otras fuentes de financiación nacionales de las que otras empresas aceleradas por Finnova, han obtenido un total de 200.000 euros a fondo perdido.
StartUp Europe Accelerator de Finnova ofrece servicios de aceleración para pymes y startups innovadoras, con las cuales trabaja de manera conjunta en la elaboración de memorias para optar a financiación europea como la que ofrece el programa Horizonte 2020.
Cabe anotar que la Fundación Finnova es partner en la obtención y ejecución de 15.3 millones de euros de fondos europeos hasta la actualidad, provenientes del proyecto H2020 Nobel Grid (13.9 millones), el proyecto LIFE HTWT (1 millón), las herramientas Instrumento Pyme de la Comisión Europea y otras fuentes de financiación nacionales (400 mil euros).
A través del programa StartUp Europe Accelerator de Finnova, que ha recibido el apoyo del Ministerio de Empleo, más de 150 emprendedores han obtenido mentorización y asesoría para acceder a fondos UE y otros recursos para internacionalizar sus proyectos.
Programa H2020
Desde el inicio del programa H2020 en 2014, que tiene como objetivo financiar la innovación de alto potencial de pequeñas empresas, se han beneficiado un total de 403 empresas españolas, por encima de países como Alemania (126 empresas) y Francia (108 entidades).
Estos proyectos españoles se centran principalmente en objetivos como acelerar la adopción de nanotecnologías de materiales avanzados, o estimular el potencial de innovación y la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas en sectores relacionados con la agricultura y la bioindustria.
Este año la Comisión Europea recibió 2.091 propuestas de toda Europa y la mayoría de proyectos que se han financiado corresponden al transporte, las tecnologías de información y comunicación y la salud. Tras esta última convocatoria, España es el país más beneficiado con 52 empresas seleccionadas por delante de las 24 entidades de Italia y las 13 de Reino Unido.
Proyectos apoyados por la Comisión en su última convocatoria de 2016
DRONE HOPPER es un dron diseñado para actuar en la extinción de incendios forestales, gracias a que incorpora una unidad de contenedores que propulsan líquido nebulizado. Se trata de una solución de alta tecnología, que permite su adaptabilidad de acuerdo a las diferentes condiciones y necesidades requeridas en el momento de controlar los incendios forestales, con un mecanismo de liberación patentado.
Lowpost es una potente plataforma de outsourcing de la creación de contenido para blogs y e-commerce que asegura la calidad, rentabilidad y escalabilidad de este proceso. Esto lo consigue con un workflow automatizado que asigna los posts o contenido solicitado a una base de más de 680 autores profesionales freelance seleccionados, evaluados y categorizados por área de especialización, y permite la entrega de contenido de calidad a 1/3 del precio medio de mercado.
Por otra parte, Azahar Management ofrece un sistema de bioestabilización, a través de un proceso de tratamiento aeróbico de residuos, consistente en la degradación biológica de la fracción orgánica. La mayor innovación del proyecto es su modularidad y escalabilidad, dando solución a pequeñas y medianas poblaciones a un coste y rendimiento más económico que otros sistemas, pudiendo además valorizar energéticamente el resultado bioestabilizado, contribuyendo así a la economía circular.
Miracoil ofrece una tecnología limpia, eficiente y flexible que transforma los residuos en un combustible diésel sintético de alta calidad, formado por carbón y agua. El principio tecnológico en el que se sustenta es la posibilidad de romper mecánicamente las grandes moléculas orgánicas en otras más pequeñas y aprovecharse de la propiedad de los hidrocarburos de tener una temperatura de ebullición más baja cuanto más corta es la cadena del hidrocarburo, principio ya utilizado en tecnologías actuales de cracking térmico convencional a otras temperaturas.